El final alternativo que Richard Gere rodó para ‘Infidelidad’ nunca habría tenido el mismo impacto

El thriller erótico con Diane Lane dejó al mundo boquiabierto con su final ambiguo en 2002 pero, ¿sabías que existe otra versión?

Existe un final alternativo de 'Infidelidad' que hubiera llevado la película hacia un desenlace evidente y menos impactante. (Foto de 20th Century-Fox/Getty Images)
Existe un final alternativo de 'Infidelidad' que hubiera llevado la película hacia un desenlace evidente y menos impactante. (Foto de 20th Century-Fox/Getty Images)

Nadie olvida el final de Infidelidad. Todo aquel que se dejó seducir por este thriller erótico con Richard Gere y Diane Lane sabe de lo que hablo. Un desenlace ambiguo e inteligente que despertaba la urgencia de discutirlo, criticarlo o apoyarlo al salir del cine. Porque te dejaba boquiabierto, impactado y con ganas de encontrar a alguien con quien descifrar lo que habíamos visto. Sin embargo, ¿sabías que existe un final alternativo? Les hablo de un desenlace más comercial, directo, claro y conciso. Sin ambigüedades de por medio ni nada parecido. Era el final que preferían los ejecutivos de 20th Century Fox, pero el director se opuso… afortunadamente.

La película dirigida por un experto en el género como Adrian Lyne -responsable de éxitos como Atracción fatal o Propuesta indecorosa- proponía una historia que se expandía más allá del thriller erótico al plantear la infidelidad de una esposa con una vida aparentemente perfecta (Lane) desde prismas más complejos. Como la motivación para ser infiel y el egoísmo ciego de la traición tras conocer a un francés seductor (Olivier Martinez), mientras cuestionaba el significado de la intimidad y conexión real en la pareja. Todo esto adornado con un crimen de pasión cometido por ese marido celoso y ciego ante la traición (Gere), que nos llevaba hasta un final que dejaba en el espectador la tarea de darle sentido a la última escena.

Porque a diferencia de otras producciones donde normalmente podemos descifrar lo que pasará o por dónde irá la historia, en el caso de Infidelidad se nos proponía un desenlace ambiguo.

Una vez que Connie (Lane) descubre que Edward (Gere) conoce su affaire y que, además, asesinó a su amante, se abre un tercer acto cargado de dramatismo donde la pareja reconecta desde una perspectiva más íntima, unidos en el trauma, la culpa y el miedo tras los errores cometidos. Y es entonces cuando, después de una fiesta, Edward detiene el auto en un semáforo. Connie le sugiere que huyan, que vendan todo y se vayan a pasar el resto de sus vidas a México. Lloran, se abrazan y transmiten el profundo dolor que comparten, pero entonces la cámara se aleja y vemos que Edward detuvo el auto delante de una estación de policía. Las luces del semáforo cambian y el auto no se mueve.

Diane Lane estuvo nominada al Oscar a Mejor actriz por su trabajo en 'Infidelidad'. (Foto de 20th Century-Fox/Getty Images)
Diane Lane estuvo nominada al Oscar a Mejor actriz por su trabajo en 'Infidelidad'. (Foto de 20th Century-Fox/Getty Images)

El desenlace parece claro pero impactó tanto y se clavó tan profundo en la cultura popular que todavía existen hilos de Reddit y otros sitios dedicados al intercambio de opiniones donde el público sigue hablando del tema, así como votaciones para decidir qué final darle a la historia y decenas de artículos que pretenden explicar el final. Muchos dirán que era evidente, que Edward se entrega a la policía, sin embargo, otros siguen deseando profundizar más, quizás con la intención de darle un significado feliz a la historia.

No obstante, si no hubiera sido por una “corazonada” de Adrian Lyne, es probable que la película hubiera tenido otro final. Y, a cambio, no se hubiera convertido en una obra tan influyente.

Uno de los motivos por los que el desenlace de Infidelidad impactó tanto en 2002 fue porque tenía la cualidad de dejarte insatisfecho. Después de todo, dedicabas dos horas a una película y nos tocaba a nosotros imaginar lo que sucedía a continuación. Sin embargo, aunque a algunos les pareciera injusto o motivo para criticarla, en realidad, era una cualidad que engrandecía la inteligencia del espectador. Que no lo subestimaba dándole todo servido en bandeja.

El final que vimos en cines, y que ahora podemos encontrar en plataformas streaming, era el original. No solo era el que Alvin Sargent había escrito en el guion, sino que homenajeaba el desenlace de La mujer infiel, la película de 1968 de Claude Chabrol en la que se basaba la historia. Según contó Richard Gere a IGN durante la campaña promocional de 2002, los estudios Fox tuvieron el libreto sobre sus escritorios durante mucho tiempo pero “no sabían cómo hacerla”. Por ejemplo, contaba que al principio iba a ser una película pequeña de $10 millones de presupuesto, pero terminó costando cinco veces más al sumar a un director exitoso en el thriller erótico como Adrian Lyne y un reparto de lujo.

Sin embargo, el actor reconocía que la mayor preocupación siempre había sido el final. “¿Queremos simplificar la historia para que funcione para una audiencia más amplia?”, cuestionaba a los ejecutivos.

Ante la duda, Adrian Lyne rodó seis finales pero se quedó con dos: uno que ataba la trama de una manera clara y comprensible y, el otro que vimos en cines. Según contó el director a Variety, Fox quería el más sencillo y moralmente optimista. Lynn prefería el más ambiguo. Sin embargo, después de escuchar los comentarios de grupos focales, Fox dio un paso atrás y se puso del lado de Lyne siguiendo la intención principal del director: no subestimar al espectador.

“Existe un peligro real al subestimar a la audiencia”, dijo Lyne a Variety. “Es el final que siempre quise, que estaba en el guion original. Es mucho más interesante de esta manera... Pero la película es por naturaleza controvertida”.

Es la pregunta del millón y una que mantuvieron en secreto durante un tiempo. Según un artículo de Los Angeles Times, las primeras pruebas de público llegaron a ver ese otro final. Sin embargo, fue recién a través de los extras de DVD que se conoció cuál era la otra versión.

Según declaraciones de varios espectadores que compraron la versión digital, se incluía una última escena en los contenidos extras que mostraba el desenlace alternativo. Al parecer era prácticamente lo mismo que vimos en pantalla, solo que la escena era “más larga”, “había más diálogo y en lugar de quedarte preguntándote si [Edward] se entregaba al final, le pide a Connie que se despida del niño […] sale del auto y camina hacia la estación de policía”.

Claro. Directo. Sin preguntas en el aire.

'Infidelidad' fue la segunda película que Richard Gere y Diane Lane protagonizaron juntos después de 'Cotton club' en 1984. Repitieron más tarde, en 2008, con 'Noches de tormenta'. (Foto de Ron Galella/Ron Galella Collection via Getty Images)
'Infidelidad' fue la segunda película que Richard Gere y Diane Lane protagonizaron juntos después de 'Cotton club' en 1984. Repitieron más tarde, en 2008, con 'Noches de tormenta'. (Foto de Ron Galella/Ron Galella Collection via Getty Images)

De esta manera, si Fox y el director optaron por el final ambiguo fue porque Lyne prefirió seguir sus instintos. Ya había vivido una experiencia similar con Atracción fatal unos 15 años antes, cuando las reacciones al final original fueron negativas y tuvo que cambiarlo. Por si no lo recuerdan, en aquel desenlace previo, Glenn Close se suicidaba e implicaba a Michael Douglas en su muerte. Pero Lyne lo cambió con la muerte por disparo en manos de la esposa engañada (interpretada por Anne Archer) en la bañera.

Tiempo después, cuando llegó el momento de decidir por el final de Infidelidad, no dejó que lo influyeran factores externos. “Fue una corazonada”, dijo. “Creo que causará más debate”, añadió al compararla con el final de Atracción fatal. “Trata a la audiencia como adultos, y he descubierto que siempre es peligroso subestimar al público”.

¿Hubiéramos preferido ese final alternativo, directo y evidente? Personalmente creo que no. Infidelidad no disfrutó del aplauso unánime de la crítica, pero Diane Lane obtuvo una merecida nominación al Oscar mientras el thriller atrajo al público con una recaudación de $119 millones. Dejó huella. Impactó con su final. Nos dejó con la boca abierta, queriendo ver más, cuestionando y saliendo del cine con la película en la cabeza. Si hubiera concluido con un final tan evidente es muy probable que la hubiéramos olvidado casi de inmediato. Porque si la cinta resulta memorable no es solamente por la magnífica actuación de Diane Lane, sino porque nos plantea un cuestionamiento que despierta la imaginación del espectador, los límites de la moral y nuestras propias reacciones más primitivas en torno a la infidelidad.

Infidelidad está disponible en Netflix y Star+.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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